UN PRESENTE DEL PASADO.



(de una exposición sobre la vida de Julio Cortázar). Año 2004.

Resulta difícil hablar de tiempos pretéritos cuando un personaje trasciende las sombras de la muerte. Julio Cortázar , anotado en la lista de los inmortales, es uno de esos hombres que, a pesar de su desaparición física, sigue viviendo en sus escritos.
A modo de homenaje, a veinte años de su muerte y a noventa de su nacimiento, Cortázar parece caminar por los pasillos de la sala Cronopios del Centro Cultural Recoleta, en la muestra multimedia llamada “Presencias”.
A diferencia de otras exposiciones, ésta se destaca por la interacción que tiene el público con lo expuesto.
De algún modo, Julio Cortázar está presente. Su voz, hablando un español afrancesado, invade el espacio narrando párrafos del cuento “Casa tomada” (¿metáfora del peronismo?). Tras su narración suena un tango, es “ Cruz del Sur”, la canción porteña que el mismo Cortázar escribió.
Las paredes blancas están salpicadas de fotografías, todas en blanco y negro, acompañadas por el color de la palabras de Cortázar. Las instantáneas recorren el mundo. Aparecen en un lugar destacado de la muestra, Buenos Aires, ciudad que sirvió de musa inspiradora al escritor ; y París, que fue el refugio de sus letras, en lo que él mismo denominó “exilio cultural”.
Otros fragmentos de la realidad captadas por una cámara fotográfica, recorren distintos lugares del mundo. Brasil, Cuba, India, Nicaragua y otras ciudades, aparecen mostrando un Julio Cortázar en su faz cosmopolita.
Dos cortos documentales que se proyectan en dos pequeñas salas complementan la exposición. “ El pasaje” y “El compromiso”, exhiben en pocos minutos la biografía y el activismo político del autor de “Rayuela”.
Cuando las muestras resultan aburridas, “Presencias” rompe con la rutina. Los sonidos, las imágenes, los documentales habitan una muestra multimediática que no tiene desperdicio. Si ya conoce algo de la vida de Cortázar, descubrirá cosas inéditas, y si no sabe nada de él, conocerá una vida de “novela”.


N.R.: Algunas de las fotos están expuestas en librería El Ateneo de Florida entre Tucumán y Viamonte.

Comentarios

la Harych dijo…
Gracias por compartir este universo mágico

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